Por Mónica Villalobos
“Siempre quise ser artista”, asegura Sol Ríos con
entusiasmo. L a vida la fue llevando por otros caminos y le puso mil obstáculos,
pero el arte no se dejó vencer: pintar sobre rostros es su vocación y la
escuela Solmakeart, su revolución.
¿Siempre te dedicaste
al maquillaje?
No, cuando salí del colegio quería estudiar arte, pero era
muy caro. Estudié Publicidad, pero terminé dedicándome al márketing hasta que
me saturé y cambié de rumbo.
¿Por qué elegiste
este rubro?
Siempre me encantó el maquillaje, a los 15 años estudié en
Frida Holler y era la maquilladora oficial de mi familia y amigas. A los 28
años me sentía muy vieja para una nueva carrera y no podía pasar cinco años sin
generar ingreso, así que pensé en el maquillaje como una forma de arte
comercial e invertí todo para ir a la escuela de Regina Kuligovski, en
Argentina.
¿Cómo empezó tu
carrera profesional?
Al volver a Lima fui a Sebastián y les dije que me moría por
la marca y quería trabajar ahí. ¡Tuve suerte porque justo la make-up artist de
Trucco se estaba yendo! Me mandaron a salones internacionales, me hice técnica
de varias marcas y trabajé en salones de belleza los fines de semana. Luego
decidí ser freelance.
¿Cómo te animaste a
crear tu escuela?
Ya tenía experiencia en márketing, en administración, en
entrenamiento de personal, así que estaba preparada, pero la idea surgió cuando
en Argentina me sugirieron abrir una escuela. Me parecía una locura, aquí la
carrera está muy estereotipada, pero al final abrí un taller. Funcionó bien y
finalmente abrimos la escuela.
¿Qué te ha costado
como empresaria?
L a parte legal. No existe en el rubro de maquillaje y todo
es imposible, desde la licencia hasta el titulo, que no existe en el Ministerio
de Educación. Mis alumnos merecen una certificación adecuada, pero el
ministerio no está actualizado.
¿Ha mejorado el
concepto que la gente tiene de la carrera?
Un poco, pero aún es difícil que los papás acepten para
pagar algo en lo que no creen. Aunque esta es una carrera súper creativa que
puede ser muy lucrativa y hay muchas opciones, como trabajar en cine,
comerciales, televisión, efectos, especiales, etc.
¿Ayuda a mejorar la
imagen que se use “Make-up artist” en vez de maquillador?
Claro, la carrera ganó mucho prestigio y todos quieren
seguirla. En Argentina la carrera es muy respetada, acá se denigra.
A pesar de los
obstáculos, encontraste lo que te apasiona.
Sí, Felizmente. Tuve una adolescencia difícil, necesitaba
algo seguro para ayudar a mi familia, pero quería ser independiente y estar
ligada al arte. Esto me dio estabilidad económica y libertad.
El Consejo
“Para alcanzar tu sueño, empieza jugando. No descartes ideas, ni las más tontas”
¿Dónde está?
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